Las personas que en algún momento de su vida han padecido dolor de espalda tienen mas propensión a que este reaparezca, aunque se haya demostrado que no existe ninguna alteración anatómica severa. Generalmente los dolores en la espalda se producen por mal funcionamiento de los discos, articulaciones, ligamentos o musculatura sin llegar a encontrar la causa concreta en la mayoría de los casos.
Lo que si se sabe es que las personas que adoptan una actitud pasiva o evasiva ante su dolor tiene mas riesgo de que el dolor reaparezca. Esta actitud se caracteriza por:
- Creer equivocadamente que el dolor es el resultado de una lesión de la estructura de la columna vertebral.
- Reducir la actividad física e incluso abandonar el trabajo por miedo al dolor.
- Adoptar una actitud catastrofista ante el futuro; creer que el dolor va a limitar la calidad de vida eternamente.
- Abusar de los medicamentos, especialmente de los calmantes von morfina.
A la inversa, entre los pacientes que se enfrentan al dolor, los sintomas suelen durar menos y es menos probable que reaparezcan. Esta actitud implica:
- Saber que el dolor no suele reflejar la existencia de una lesión, sino sólo un malfuncionamiento de la musculatura.
- Mantenerse lo más activo posible y seguir trabajando, y evitar tan solo lo que el dolor impide hacer.
- Asumir que el dolor tiende a mejorar con el tiempo y que en los casos en los que esto no ocurre es posible adaptarse a él sin necesidad de renunciar a casi nada.
- No tomar medicamentos, o hacerlo sólo excepcional y transitoriamente si las molestias empeoran.
Si tras valoración por el especialista no se encuentra una causa grave de su dolor la mejor opción según estos estudios es mantenerse positivo y activo.
Publicado en enero 2019 por la Dra. Sara Burguet